sábado, 15 de agosto de 2009

Glosario / Tutorial: Volumen

Cool Volume
Todos sabemos que el volumen en exceso lastima nuestros oídos,
pero hay muchos mas aspectos sobre el volumen que debemos conocer.


Pareciera que el volumen (en cuanto a audio) es un término demasiado sencillo y de uso diario, pero realmente definirlo puede ser difícil y profundo, debido a que hay factores psicoacústicos y hasta psicológicos que hay que tomar en cuenta.

"Volumen" es la palabra mas usada para referirse a la intensidad percibida del sonido. Si un sonido es débil, decimos que tiene poco volumen, y si es fuerte, decimos que tiene mucho volumen.

No se debe confundir el volumen con el nivel de presión sonora (que se mide en dB SPL) para el sonido, o la amplitud de onda para el audio. Estos últimos son términos cuantificables, que se pueden medir con precisión, y aunque están directamente relacionados no son sinónimos.

El volumen es un término subjetivo. Tiene que ver con la percepción del que escucha, y no es intrínseco a una fuente sonora en sí. Por ejemplo si quisiéramos medir el volumen que genera un amplificador de guitarra, el volumen percibido dependería del recinto donde se encuentre el amplificador y la persona que escucha. Dependería del tamaño del lugar, el material de las superficies, y de otros objetos que compartan el espacio. También dependería de la distancia entre el amplificador y la persona que oye. Mas sorprendente aún, también dependería de la persona en sí, pues dos personas pueden tener diferente percepción del volumen de un mismo sonido, aún en condiciones iguales.

El volumen depende también de la frecuencia. Una onda sinusoidal a 8 Khz, no sera escuchada con igual volumen que una a 80 Hz. Nuestros oídos son mas sensibles en las frecuencias que corresponden a la voz humana (al hablar, no cantando), aproximadamente de 1,000 a 5,000 Hertz. Esto tiene mucho sentido desde un punto de vista evolutivo, pues el rango dinámico y el espectro de frecuencias de la voz humana son muy limitados, y necesitamos filtrarla de entre todos los sonidos para podernos comunicar con otros.

Las unidades de medición del volumen son el Fonio y el Sonio.

10 es el número mágico

El uso del número 10 en la definición del decibelio o decibel, es con el propósito de crear una unidad que sea aproximadamente La Diferencia Apenas Perceptible del sonido. El oído humano no es sensible a variaciones de intensidad sonora demasiado pequeñas. Debido a que el volumen es en escencia la forma en que se percibe la intensidad sonora, se necesita aproximadamente 1 dB de variación en la intensidad sonora para que haya alguna variación perceptible en el volumen.

De hecho la intensidad sonora debe aumentar en un factor de 10 para que el volumen sea percibido como el doble. Se podría decir que toma 10 violines producir un sonido que sea percibido con el doble de volumen que un violín.

Como en todo este asunto, La Diferencia Apenas Perceptible también depende de la frecuencia,y del nivel de intensidad sonora. A niveles y frecuencias bajas el oído es menos sensible, y se necesitan variaciones mas grandes en la intensidad sonora para que se perciba un cambio en el volumen.
Otros caprichos auditivos...

Nuestro oído tiene otras idiosincrasias en su percepción del volumen que podrían parecer "caprichos auditivos", pero realmente todas tienen una función. He aquí unas cuantas de ellas:

- Sonidos con igual presión sonora, pero diferente ancho de banda, son percibidos con diferente volumen. Cuanto mas ancho sea el rango de frecuencias que componen el sonido, con mas volumen es percibido. Por ejemplo si tenemos dos sonidos, ambos con frecuencia central a 1,000 Hz y presión sonora de 60 dB. El primero tiene un ancho de banda de 100 Hz, de 950 a 1050 Hz. El segundo un ancho de banda de 200 Hz, de 900 a 1,100 Hz.

- Los sonidos de corta duración no son percibidos con el mismo volumen que los de larga duración, aún cuando tengan la misma presión sonora. Por ejemplo a 1000 Hz, un sonido con una duración de 3 milisegundos debe ser 15 dB mas fuerte para escucharse con un volumen igual a un sonido que dura 500 milisegundos.

- Música a mas alto volumen es percibida como mas placentera que a menor volumen (obviamente hasta cierto límite), aunque nada mas que el volumen haya cambiado. Esto se debe en parte a que a volúmenes mas altos la respuesta de frecuencia de nuestro oído se hace mas plana y balanceada.

- En los últimos dos principios se "justifica" la sobre compresión de la música. Al comprimir y limitar fuertemente el material sonoro, se "aplanan" los transitorios iniciales de las notas logrando que cada sílaba o nota sea un sonido de intensidad mas pareja durante toda su duración. Esto hace que la música se perciba con mayor volumen, y engañando a nuestro oído, mas placentera. El problema es que el efecto solo dura mientras llegue la fatiga auditiva, y eso sucede en un par de minutos. Luego se pierde sensibilidad en las frecuencias altas, y la distorsión por sobre compresión se hace mas evidente, lo único que quiere el oyente a este punto es descansar sus oídos. Es imposible escuchar un disco completo cuando ha sido sobre comprimido.

Aplicación

Comprender la naturaleza del volumen no es una tarea ociosa para el que produzca y mezcle música. A la hora de mezclar y masterizar por ejemplo, ya hemos visto que la sobre compresión puede causar efectos negativos en el oyente.

Sabemos que de 1,000 a 5,000 Hz (aproximadamente) el oído es mas sensible. Si quieres que algún elemento de tu música sobre salga en la mezcla, generalmente ecualizando de tal forma que se haga un realce de 3 dB o más en este rango de frecuencias lo lograrás.

También sabemos que cuanto mas amplio es el ancho de banda, mas sensible es nuestro oído al cambio de intensidad. Es por eso también que ecualizaciones que usen anchos de banda mas amplios (Q mas grandes en los ecualizadores paramétricos) son mas perceptibles. Por supuesto todo depende de la aplicación. A veces no queremos que la ecualización sea perceptible, como cuando utilizamos un ecualizador para filtrar cierta característica molesta de un sonido (como la sibilancia de las voces). Una ecualización con un ancho de banda extremadamente amplio es perceptible, pero de una forma muy natural sin afectar demasiado el balance general del sonido.

Una de las técnicas de mezcla mas efectivas es el uso de filtros. Se filtran aquellas frecuencias que no aportan nada a la mezcla, o que en el contexto de la pieza a ser mezclada, no aportan elementos útiles a determinada pista. Por ejemplo una flauta, por debajo de mas o menos 200 Hz no habrá nada que haga una diferencia sustancial en el timbre de su sonido, pero sí entorpece otros sonidos importantes en ese rango de frecuencias. Sin embargo al filtrar una pista (sobre todo al filtrar los graves) estamos reduciendo su volumen percibido, así que hay que reconsiderar el nivel de esa pista respecto a la mezcla total. Un buen consejo es empezar filtrando los graves en todas las pistas que no sean bajo y bombo, aproximadamente a unos 85 Hz, y luego balancear niveles. Conforme la mezcla avanza se puede empezar a filtrar mas arriba, pero el empezar a balancear niveles con los graves abajo de 85 Hz filtrados, nos da una mejor idea de qué tanto necesitamos realzar o atenuar cada pista y el tipo de EQ que necesitará.

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