"RT60" es el símbolo para denominar el tiempo de reverberanción.
El tiempo de reverberación es el tiempo que le toma a las reflexiones de un sonido directo caer 60 decibelios por debajo del nivel del sonido directo que provocó dichas reflexiones. Básicamente el RT60 nos dice cuanto tiempo dura la reverberación antes de ser inaudible.
A finales del siglo 19, el físico americano Wallace Clement Sabine empezó experimentos en la universidad de Harvard para investigar el impacto de la absorción en el tiempo de reverberación. Usando tubos de organo, un cronómetro y sus oídos, él midió el tiempo desde que un sonido cesaba hasta el silencio (unos 60 dB), es decir el tiempo que duraba la reverberación. El encontró que el tiempo de reverberación aumenta a medida que las dimensiones de un cuarto o salón aumentan, y disminuye a medida que aumente el material absorbente presente en el recinto.
El tiempo de reverberación ideal para un cuarto destinado a la reproducción de la música varía mucho dependiendo de qué tipo de material se va a reproducir, y del tamaño del recinto. Recintos destinados para la reproducción de la palabra hablada como discursos, requieren un tiempo de reverberación menor, ya que uno muy largo puede afectar la claridad de las palabras haciéndolas difíciles de entender. Si el tiempo de reverberación de una sílaba es muy fuerte y largo, y se traslapa con la siguiente sílaba de una palabra puede hacer que sea difícil identificar la palabra.
Algunos factores que afectan el tiempo de reverberación de un recinto son la forma, tamaño y materiales usados en la construcción. Cualquier objeto dentro del recinto puede también afectar el tiempo de reverbaración, incluyendo personas de la audiencia y sus pertenencias.
El tiempo de reverberación es el tiempo que le toma a las reflexiones de un sonido directo caer 60 decibelios por debajo del nivel del sonido directo que provocó dichas reflexiones. Básicamente el RT60 nos dice cuanto tiempo dura la reverberación antes de ser inaudible.
A finales del siglo 19, el físico americano Wallace Clement Sabine empezó experimentos en la universidad de Harvard para investigar el impacto de la absorción en el tiempo de reverberación. Usando tubos de organo, un cronómetro y sus oídos, él midió el tiempo desde que un sonido cesaba hasta el silencio (unos 60 dB), es decir el tiempo que duraba la reverberación. El encontró que el tiempo de reverberación aumenta a medida que las dimensiones de un cuarto o salón aumentan, y disminuye a medida que aumente el material absorbente presente en el recinto.
El tiempo de reverberación ideal para un cuarto destinado a la reproducción de la música varía mucho dependiendo de qué tipo de material se va a reproducir, y del tamaño del recinto. Recintos destinados para la reproducción de la palabra hablada como discursos, requieren un tiempo de reverberación menor, ya que uno muy largo puede afectar la claridad de las palabras haciéndolas difíciles de entender. Si el tiempo de reverberación de una sílaba es muy fuerte y largo, y se traslapa con la siguiente sílaba de una palabra puede hacer que sea difícil identificar la palabra.
Algunos factores que afectan el tiempo de reverberación de un recinto son la forma, tamaño y materiales usados en la construcción. Cualquier objeto dentro del recinto puede también afectar el tiempo de reverbaración, incluyendo personas de la audiencia y sus pertenencias.
2 comentarios:
Doy fe de lo último que mencionas. El último concierto que di con el grupo estábamos temiendo su suspensión porque no vino mucha gente a vernos. Sabemos que absorben gran cantidad de sonido. Por suerte, el lugar se llenó a última hora antes de empezar.
De hecho, a unos amigos les suspendieron el bolo en otra ocasión, porque el dueño del bar se negó a que tocaran con tan poca gente, ya que los vecinos se podían quejar, y temíamos que nos pasara lo mismo a nosotros.
Aunque yo creo que, en realidad, lo que el dueño quería era llenar la caja a base de cervezas, y los vecinos les daba igual... Y me refiero en ambos casos.
Pues lo último que mencionas es lo mas probable. jeje, aunque si es muy diferente un local vacío. Una vez estaba probando sonido en un local en el que tuve el privilegio de tocar para 25,000 personas. El local es como de esa lámina industrial, así que el sonido rebotaba por todos lados y casi no se entendía el canto, pero cuando llegó la gente sonó muuuucho mejor. Saludos.
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